UN PRESENTE PARA EL DIA DE LA MADRE

No me ha sido muy cómodo escribir unas palabras de homenaje a todas las madres que conforman nuestra extensa familia Trememn, es que el bombardeo publicitario y sus innumerables frases contaminan la espontaneidad y es inevitable caer en lugares comunes o frases tan hechas, recocidas y obvias que, al terminar de leer un párrafo, parece un texto de tarjetas que se venden en serie en alguna tienda comercial.

Entonces, sentado enfrente del computador, comienzo a recorrer mi escritorio con la mirada pensante, como buscando inspiración…no la encuentro. Me desconcentra la cantidad de publicidad del periódico en el día de la madre. Una hoja impresa a todo color me provoca, ¿y cómo no?, si en ella dice “Las mejores frases para saludar a mamá…Sorpréndela!!! Entonces escribo.

Dejo la publicidad y me quedo con la imagen de aquellos dibujos que, entre líneas verticales, triángulos, y circunferencias, emulan estar tomados de la mano y con letras hechas por manos pequeñas, con caligrafía asimétrica, titulan: Te Amo mamá. Me quedo con los cientos de abrazos y besos que hubo este fin de semana para aquellas mamás que conforman el 81 por ciento de las apoderadas de nuestro Colegio Trememn. Me quedo con la reunión familiar que convoca este día, la mirada cristalina y el susurro dulce de un te quiero.

Quiero asociar, a esa palabra de cinco letras (madre), la construcción de un sentido diferente al que ofrece la publicidad. Y pienso en nuestros pueblos originarios y el respeto por la Madre Tierra. La Pacha Mama (Quechua y Aymara) o la Ñuke Mapu (Mapudungun). Me siento más cómodo, porque me estaciono en el respeto y cuidado que debemos tener con aquel ser que nos dio la vida, que nos abrazó con un cordón y nos ayudó a dar los primeros pasos.

Me acomoda poner el concepto de madre con una visión de mundo, que viene desde “lo cultural” y no desde “el mercado”. Una cultura del respeto por nuestra madre o es que a caso no hemos pensado que existe una enorme similitud, entre la Ñuke mapu (madre tierra) y el instinto maternal: preservar la especie.

De tal modo, dejo a un lado la frase tan común: “La Reina del Hogar”; y valoro la difícil tarea de ser mamá y combinar la responsabilidad en sus trabajos. Pienso en aquellas profesoras que forman a nuestros hijos e hijas y son madres. Aquellas madres que tienen ese trabajo silencioso del hogar con jornadas eternas y muchas veces sin colaboración. Esas madres que construyen una sociedad más fraterna. Aquellas que tienen hijos especiales y que han aprendido de ellos la dulzura de lo simple. Aquellas que han aprendido a ser madres y padres.

Me quedo con la construcción de un sentido menos comercial y más social y cultural. Pienso en cómo -paso a paso– nuestras madres han conquistado espacios en nuestra sociedad machista. No puedo evitar pensar que sólo hace 65 años la mujer tiene plenitud de los derechos políticos, el derecho a sufragio universal.

Me quedo en el respeto por la madre apoderadas, profesoras, asistentes de la educación, administrativas, conforman más del ochenta por ciento de toda nuestra comunidad. Son nuestras madres las que dan el sentido a este “Hacer crecer”, son las madres compañeras, amigas, cómplices y artesanas de un mundo mejor. Para ellas mi abrazo y respeto.

John Maulén Zamorano

Presidente del CGPA.